miércoles, 1 de octubre de 2014

Uso de benzodiacepinas en adictos




En estos días mientras realizaba una entrevista para una materia llamada escribir y ser escritos, la señora a la que estaba entrevistando había tenido varios problemas de alcoholismo y adicción a la cocaína, y nos dijo de manera de burla, que una vez un psiquíatra le había formulado una benzodiacepina para el insomnio y que a partir de ahí su adicción se re direcciono a las benzodiacepinas y a el alcohol y nos decía que las pastillas eran mucho peores que la cocaína, que habían momentos de su vida que  ni siquiera recordaba.

Posteriormente estábamos discutiendo un paciente que tenía una adicción bastante severa a la zopiclona, y en ese momento el doctor nos dijo que a un paciente con antecedente de adicción no se le podían suministrar benzodiacepinas por su alto componente adictivo. Así que decidí investigar un poquito más sobre el tema, espero que les sea útil.

Primero que todo les hare un repaso corto sobre el mecanismo de acción de las BZD y sus usos.



Las benzodiacepinas son unos agentes que tienen una función depresora del sistema nervioso, estas son más selectivas que otros medicamentos como lo es el caso de los barbitúricos. Estas van a actuar en el receptor GABA A, y actúan entre las subunidades alfa y gamma. La acción que ejercen en este receptor es que aumenta la afinidad del receptor por GABA y aumenta la frecuencia de apertura del canal iónico de cloro e hiperpolariza la membrana celular.



Tiene indicaciones de: anestésicos, relajantes musculares, anticonvulsivantes, ansiolíticos, en la abstinencia alcohólica.

Por otro lado es importante saber ¿por que ciertas sustancias generan adicción?. Esta dependencia se da porque se crea una disfunción neurobiológica de estructuras cerebrales mesencefálicas, límbicas, corticales, de circuitos de motivación y los procesos de reforzamiento de la conducta. Sustancias adictivas como la nicotina, cocaína u opioides actúan principalmente en el núcleo accumbens y área tegmental ventral, estos tienen una relación con las vías de recompensa y aprendizaje. Las sustancias estimulan la secreción de dopamina del núcleo accumbens. 1

En cuanto la adicción que generan las benzodiacepinas encontré un estudio realizado por Kelly Tan et all de la universidad de Ginebra, Suiza. En donde se determino que la liberación de dopamina por parte del núcleo accumbens está determinada por el receptor GABA. También se determino que el área tegmental ventral todas sus neuronas expresan el receptor GABA A. Por tal razón como lo dije anteriormente estas actúan en lugares que tienen una alta implicación en el desarrollo de una adicción.

Finalmente realice búsquedas de estudios donde se asociaba el consumo de benzodiacepinas en pacientes drogodependientes y encontré una que me pareció interesante. Les pondré los puntos importantes.

Esta revisión bibliográfica se centra más en pacientes que consumen heroína, ya que se ha visto una fuerte relación entre la dependencia de heroína y el uso, abuso y dependencia de las benzodiacepinas.

Se ha determinado que el abuso primario de benzodiacepinas es raro, según varios estudios realizados en varias poblaciones de diferentes lugares del mundo. Por tal razón el mayor abuso que se les da a las benzodiacepinas es el secundario.

El 70% de los pacientes con dependencia a narcóticos en Canadá  son consumidores de benzodiacepinas.


El 49% de consumidores de heroína son al mismo tiempo consumidores de tranquilizantes. 

Hay una incidencia de 1 en 10.000 habitantes de abuso primario, pero cuando es un abuso secundario alcanza un porcentaje de 10 a 15%.

Se ha determinado que se usan para:
·         Sustituir la droga de dependencia primaria cuando no se puede acceder a ella, ya que los pacientes buscan disminuir el estrés causado por la abstinencia.
·         Euforizantes cuando se usan con metadona
·         Disminuir efectos colaterales de drogas como anfetamina, cocaína y heroína.
·         Potencializar el efecto sedante de otras sustancias depresoras como alcohol y opiáceos.

Es importante tener en cuenta que el riesgo de dependencia es menor a la dependencia que genera el alcohol u otras drogas.   
 Bibliografía



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